viernes, 19 de agosto de 2016

Siempre lo mismo

Imposible dominarlas. Las expectativas tienen vida propia: nacen y se reproducen con una rapidez que no se puede medir con ningún cronómetro. Siempre digo que no las voy a tener y, sin embargo, las tengo. No importa si son pocas o muchas porque no alcanzarlas duele igual.

¡Qué fácil sería todo si pudiera quitarles el poder que tienen sobre mí! He intentado hacerlo, lo juro, sin éxito. ¿Y cómo se hace eso? ¿Alguien sabe?

No hay comentarios:

Publicar un comentario