viernes, 15 de noviembre de 2013

Sì!!!

Sì en italiano, sí en español, sí en todos los idiomas. Pero gracias al sì en italiano ayer fui al cine a ver "Blue Jasmine" invitada por Aninka Tokos del blog "Desde el vestidor" y L'Oréal: juntos hicieron un concurso con la consigna "¿A qué le dijiste Sì durante este año?" donde las mejores respuestas recibirían de premio la nueva fragancia de Giorgio Armani y dos entradas para ver la película en la sala premium del Hoyts en Unicenter. Una de las respuestas elegidas, claro está, fue la mía.
Más allá de la emoción por haber ganado y por todo el evento en sí (todo organizado con mucho glamour y, a la vez, cierta naturalidad) lo que más me alegró fue que mi respuesta fue elegida, no sorteada. Es decir, el resultado no fue azaroso si no producto de un esfuerzo de ambos lados: por mi parte, al momento de redactar la respuesta, la pensé y le puse toda la intención, y por la otra parte, leyeron todas las respuestas y seleccionaron aquellas que les resultaron más conmovedoras.
¿Quieren saber cuál fue mi respuesta? Acá va:

"¡Le dije "Sí" a estudiar pastelería! Trabajo en un banco hace 20 años (sí, ¡20! Y tengo 38, empecé a trabajar ahí a los 18) y, aunque siempre he cambiado de sector, ¡nunca de rubro! Gracias al estudio me puse a escribir un blog de recetas e hice una paginita en FB y ya tengo más de 70 "Me gusta", ¡estoy muy contenta! En un par de semanas voy a hacer un sorteo de algo rico. Aún trabajo en el banco pero el gusto que me doy haciendo cosas dulces y viendo cómo los demás las disfrutan no tiene precio.

¡Le dije "Sí" a la vida sin anti-depresivos! Por motivos ajenos a esta pregunta, comencé a tomarlos hace seis años y ahora estoy libre de ellos, más de una vez lo había intentado sin éxito y esta vez ¡sí pude!

Con el tiempo me he dado cuenta que los "Sí" son los grandes generadores de cosas buenas (como esa película de Jim Carrey, ¿te acordás?) y que los no sólo nos retrasan... Es una cuestión de tiempo pero con paciencia y sin bajar los brazos podemos cambiar nuestros "no" por "Sí"."

Como conclusión de esta experiencia creo que ser agradecidos con la vida y afirmar en lugar de negar (tampoco vivir en babia, sino con los pies en la tierra pero no tan arraigados que no nos permita viajar y soltar, que en mi caso es lo más difícil) son pilares para ser felices, o al menos para ser más libres y no estar atados a los miedos y a las inseguridades.

Hace mucho tiempo escribí una lista de personas y cosas a las que debía agradecer; creo que, de vez en cuando, está bueno volver a leerla. Sì o sí a esa lista que, en los momentos más difíciles, es capaz de sacar a un camión del lodo.

Besos para todxs.

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